El destino de Severina fue alterado por una decisión de la Corte Suprema de Justicia. Embarazada de cuatro meses de un feto sin cerebro. Severina estaba hospitalizada la misma tarde en que el tribunal anuló la autorización para interrumpir la gestación. Era 20 de octubre de 2004. Plantadora de brócolis de una ciudad del interior de Chá Granda, en Brasil, mujer de Rosivaldo y madre de Walmir, Severina pasa tres meses peregrinando por tribunales y maternidades, pidiendo que le abrevien el sufrimiento. El documental es testimonio de esa trayectoria: cuenta el largo día siguiente que no presenciaron los jueces.